Antes de ponernos ante un entrenamiento de fuerza es necesario tener claros algunos conceptos básicos relacionados con la manifestación de la fuerza y con su denominación. También es necesario la evaluación o valoración funcional:
- Valoración postural
- Patología
- Valoración artro/muscular
- Valoración del raquis
- Valoración de flexibilidad
Estos conocimientos deben ser el punto de partida para programar el entrenamiento y para saber que hemos de medir para comprobar los efectos, como hemos de medir, cuando hacerlo y para qué.
- Individualizar las cargas de entrenamientos.
- Entrenar todos los grandes grupos musculares, extensores como flexores.
- Ejercitar los músculos en toda la amplitud del movimiento.
- No entrenar dos días seguidos.
- No entrenar más de 3 días por semana.
- Mantener una suave pero suficiente y adecuada progresión de las cargas.
- No emplear esfuerzos de carácter máximo, ni % muy altos ni máximo número posible de repeticiones por serie (no ir al fallo).
- No son necesarios los test de 1 rm.
- Evitar entrenamiento/ ejercicios de carácter excéntrico con cargas altas.
- Dar variedad a las sesiones de entrenamiento.
- Dar preferencia a los ejercicios con pesos libres.
- Seleccionar los ejercicios según las necesidades personales y las de la especialidad deportiva.
- Conocer la técnica de la realización de los ejercicios.
- Antes de introducir un nuevo ejercicio se debe realizar el aprendizaje de la técnica correspondiente.
- Proporcionar buenos modelos de ejecución y seguir las instrucciones adecuadas.